El día que cumplí cien años

Mi nombre es Marcelino y soy el patriarca de una gran familia, los Menéndez. El fin de año siempre ha sido mi época favorita, sobre todo porque he tenido la suerte de nacer 3 días antes de la Navidad. Mi cumpleaños es el 22 de diciembre. El día en que, oficialmente, comienzan las celebraciones para nosotros.

Todos los años, la familia visita el mercado de la Merced el 20 de diciembre. Ya no es lo mismo que cuando mi Nueva Reina estaba ahí, pero igual sigue siendo toda una aventura. Nada más entrar, se te llena el corazón con una explosión de recuerdos de colores, olores y sabores. Pero, si no quieres terminar perdido, más vale que no te dejes llevar; el mercado es enorme y la lista cada año es más larga. Aunque la verdad, perderse en el mercado puede resultar divertido y, sobre todo, delicioso. Con las pruebas que les dan a los “güeritos” te puedes armar una comida completa. ¡Lo bueno que todos somos “güeritos” aquí!

Primer objetivo, conseguir una olla de barro para hacer la piñata con los nietos. El pasillo de las ollas es como una gran cueva, huele a tierra mojada. La olla elegida parece una cabeza Olmeca con unas grandes orejas. Este año es especial, la piñata debe ser monumental. Conseguir lo necesario para llenarla, el siguiente objetivo del día.

Todos los años, la familia visita el mercado de la Merced el 20 de diciembre. Ya no es lo mismo que cuando mi Nueva Reina estaba ahí, pero igual sigue siendo toda una aventura. Nada más entrar, se te llena el corazón con una explosión de recuerdos de colores, olores y sabores. Pero, si no quieres terminar perdido, más vale que no te dejes llevar; el mercado es enorme y la lista cada año es más larga. Aunque la verdad, perderse en el mercado puede resultar divertido y, sobre todo, delicioso. Con las pruebas que les dan a los “güeritos” te puedes armar una comida completa. ¡Lo bueno que todos somos “güeritos” aquí!

Primer objetivo, conseguir una olla de barro para hacer la piñata con los nietos. El pasillo de las ollas es como una gran cueva, huele a tierra mojada. La olla elegida parece una cabeza Olmeca con unas grandes orejas. Este año es especial, la piñata debe ser monumental. Conseguir lo necesario para llenarla, el siguiente objetivo del día.

Thalía Menéndez

Tiene 43 años y se dedica a la edición de libros. Le gusta escribir porque la imaginación no tiene límites ni fronteras: le da libertad. Escribir es la forma más increíble de viajar y de recordar. No es muy amiga de las redes sociales, pero seguro la volveremos a encontrar.

1 comentario en “El día que cumplí cien años”

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